Las arrestadas están acusadas de favorecimiento de la inmigración ilegal.
Cerraban las habitaciones con candados para evitar la huida de las víctimas, a quienes engañaban con un falso contrato de trabajo.
La Policía Nacional acusa a las responsables del centro de dedicarse a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral y de delitos contra los derechos de los trabajadores.