La caída en Bachillerato sitúa a la Comunidad como la segunda en la que menos alumnos cursan religión católica en los dos últimos años preuniversitarios.
El consejero anuncia una inversión superior a los 41 millones para tecnología de última generación.
Rocío Lucas reitera que Castilla y León contará con una prueba final en junio para evaluar los conocimientos de los alumnos que finalizan la etapa obligatoria.